Mansiones encantadas, espíritus o seres sobrenaturales que viven en el ático o sótano de la casa, grupos que se separan para sobrevivir… Hay una serie de clichés de películas de terror que llegan a ser muy predecibles. Es decir, ¿acaso no sabías que el asesino estaba detrás de la puerta antes que el protagonista?
Seguramente ahora mismo tu cabeza estará pensando en aquellas acciones o situaciones que aparecen una y otra vez en las películas de miedo. Aquí en Estamos de Cine recopilamos las escenas más típicas en las producciones del género de terror.
Los clichés de películas de terror más comunes
1. Protagonistas torpes
El asesino ha localizado a su víctima, sonríe y va hacia ella caminando tranquilamente, ¿y sabes por qué? Porque cuando el protagonista empieza a correr como si no hubiese un mañana para salvar la vida, cualquier cosa puede hacerle tropezar y caer al suelo. Seguramente el asesino ya lo sabía porque ¡siempre pasa! ¿Y qué pasa cuando huyen en grupo? Pues que uno tropieza y otro duda entre ayudarle o seguir corriendo.
¿Recuerdas las huidas memorables de Los extraños o las de Pesadilla en Elm Street?
2. Espejos y puertas, ¡uno de los clichés de películas de terror!
Detrás de la puerta siempre está el asesino. ¡Siempre! No importa si es la puerta de un armario o de una habitación, el asesino siempre se oculta detrás y espera pacientemente a que la víctima la abra o la cierre para atacar.
¿Y qué pasa con los espejos? Pues que el asesino o espíritu maligno siempre se espera a que la víctima acabe de tomarse su baño y cuando esta pasa la mano sobre el espejo empañado para poderse mirar… ¡Sorpresa!
Pero la cosa no acaba aquí, porque cuando el protagonista se da la vuelta la sorpresa es aún mayor, ¡no hay nadie!
3. Vecinos y policía incompetente
Da igual lo que diga o haga la víctima, el policía jamás creerá que un asesino está detrás de él, aunque muestre señales obvias de ello, como en Halloween o Jeepers Creepers. Si se trata de un fenómeno paranormal, los médium siempre dirán que es un caso nunca visto o que les supera.
Y en casi todas las películas hay algún vecino o algún personaje extraño. Su actitud es sospechosa, su aspecto es inquietante y parece saber cosas que no quiere explicar. En concreto, los personajes nulos siempre son uno de los clichés en películas de terror.
4. Frase típica
Crees que hay un asesino en tu casa, estás asustado, pero te armas de valor y preguntas en voz alta: “¿Hay alguien ahí?”. ¿Harías eso de verdad? ¡En las películas siempre lo hacen!
O estás con tu grupo de amigos, sois un grupo numeroso y asesino solo hay uno, ¿de verdad alguien diría “será mejor que nos separemos”? Esto sucede en películas como Scream, Sé lo que hicisteis el último verano, Halloween o Pesadilla en Elm Street.
5. Esconderse es uno de los clásicos clichés de películas de terror
La mejor opción es huir, ningún lugar será lo suficientemente bueno para esconderse, pero los protagonistas siempre prefieren ocultarse dentro de un armario que tenga una pequeña ranura por la que poder mirar o debajo de la cama para poder ver de cerca el tipo de calzado que lleva el asesino.
Esto puede verse en películas como The Crazies, El resplandor, The Conjuring, Paintball o El proyecto de la bruja de Blair.
6. Casas grandes
La familia feliz, pero con el típico adolescente apático e inconformista, se muda a una casa enorme, abandonada y preciosa que guarda en su interior una historia. Asesinaron a los antiguos propietarios y el caso no se resolvió. Además, los vecinos aseguran que se oyen ruidos todas las noches.
A veces, incluso, la casa está a las afueras y rodeada por un espeso bosque. Y en estas casas, o en el espacio en el que transcurra la acción, no puede faltar un pasillo sin luz, un ático o un sótano. Suele ser uno de los clichés de películas de terror más comunes. ¿Quieres ejemplos? The haunting, La semilla del diablo, Psicosis o Los otros.
7. Nada funciona
Una de las curiosidades de películas de terror es que los teléfonos nunca funcionan porque nunca tienen línea y si son móviles no tienen batería o cobertura. ¡Y el coche jamás arranca a la primera o a la segunda!
Es decir, no funciona nada con lo que los protagonistas puedan pedir ayuda o comunicarse con alguna persona que los pueda rescatar. Conveniente, ¿no crees?
8. Final abierto
En la mayoría de las películas de terror se reservan una escena final: el asesino o ser maligno, libre y vivo. No importa lo que hayan hecho los protagonistas para destruirlo, el mal siempre sobrevivirá para una segunda parte, ¿quizás? Es el caso de Insidious o Rec, entre muchas otras.
Lo peor del caso es que, en muchas ocasiones, las secuelas no terminan de encajar con la historia principal, volviendo la franquicia un fracaso total. Al final, como dicen en el cine, las segundas partes casi nunca son buenas.
9. Los niños son los que dan más miedo
Uno puede pensar que los niños en cualquier película son lo que aportan el toque de ternura. Sin embargo, en el caso de las películas de terror, es todo lo contrario. Suelen ser los más perturbadores, y los que hacen cosas fuera de lo normal. Es decir, ¿a quién se le ocurre entrar a un sótano oscuro lleno de telarañas? Ni siquiera el gato más curioso.
También suelen ser los primeros espíritus y fantasmas de niños que se utilizan para dar miedo. Bien sea porque sufrieron un accidente o porque fueron víctimas de un trágico final. Algunos ejemplos son El Conjuro y El Resplandor.
10. Pequeños ruidos traicioneros son clichés en películas de terror
Una de las escenas más repetidas en las películas de miedo, y que nunca deja de usarse, son los pequeños ruidos traicioneros que desatan la locura. Generalmente, la escena comienza con un personaje queriendo esconderse o evitar un ente maligno, evitando hacer cualquier ruido posible. Pero, de repente, pisa una rama, una madera vieja suena o mueve algo que hace ruido.
Lo cierto es que algo mínimo termina por estropear el esfuerzo del protagonista de esconderse, permitiendo que el fantasma o demonio lo encuentre. Además, se suma a otra acción muy repetida, que es la banda sonora. Es muy común que exista un silencio total que crea un ambiente de tensión antes del caos. Luego, un cambio repentino en la música acompaña el miedo del personaje, al igual que al espectador en un intento por asustarlo. Un gran ejemplo es «Un lugar tranquilo».
¿Qué te han parecido estos clichés de películas de terror? Estamos seguros que te acordarás de más de una escena en la que sucede alguna de estas situaciones. Claro está que, hay más casos de acciones repetidas que llegan a ser muy predecibles, por lo que te invitamos a dejarlas en los comentarios para incluirlas en el futuro.